El consumo accidental de medicamentos o sustancias de limpieza puede ser muy delicado y es un tema que, desgraciadamente, ocurre con frecuencia en la edad pediátrica. En este caso, es muy importante la prevención. Para lograr esto, no subestimes a tus hijos. Abrir cajones, puertas o botellas son destrezas que adquieren rápidamente.
Es importante seguir los siguientes puntos para evitar estos problemas:
- No guardar sustancias de limpieza y corrosivos en botellas de agua o refrescos y, de preferencia, que tengan tapas de seguridad.
- No guardar cosas peligrosas a nivel de piso o en cajones bajos (sustancias de limpieza, cloro, sosa, baterías o pilas, medicinas, cuchillos o herramientas, etc.).
- No dejar medicinas en el cajón de la mesita de noche (muy común en casa de los abuelos).
- Mantener siempre vigilados a los niños menores de 5 años.
Una vez que sucede el accidente, es necesario saber qué hacer y cuándo pedir ayuda. Si la ingesta fue de medicamentos, ya sean de adultos o de sus propias medicinas, aunque no sepas exactamente cuánto tomó, debes hacer que vomite inmediatamente. En la primera media hora, la medicina comienza a absorberse y aún está en el estómago. Para lograrlo, puedes, con el niño parado e inclinado hacia adelante, introducir tu dedo en su garganta cuidando que no te muerda. Puede ayudarte darle agua con sal antes de que vomite. Si logras que vomite, la probabilidad de sufrir una intoxicación es baja.
Si consumió cualquier líquido para limpiar (Pinol, líquido para trapear, sosa cáustica, cloro, etc.) NO DEBES HACERL@ VOMITAR. Estas sustancias queman al entrar y, si los haces vomitar, queman al salir. TAMPOCO DEBES DARLE A COMER O BEBER PARA DILUIRLO, ya que, al intentar diluirlo, puedes cambiar el pH de la sustancia, ocasionando más daño a los tejidos y más secuelas. Si tiene daño en el esófago o estómago y come, podría sufrir una perforación que sería catastrófica. Tampoco está indicado colocarle una sonda en el hospital.
Si tu hij@ consumió una sustancia corrosiva, debe ser atendido inmediatamente por un médico para evaluar el daño e indicar el tratamiento.
Aquí tienes los síntomas de alarma:
- Sialorrea, que significa presentar más babeo de lo normal.
- Al revisar la boca, puedes ver heridas o signos de quemadura.
- Dolor en la boca, pecho o abdomen.
Cualquiera de estos síntomas indica que hay quemaduras internas.
En cuanto a medicamentos, ya que lograste que vomitara en la primera media hora, debes llamar a tu pediatra y decirle qué medicamento consumió, la cantidad que pudo haber tomado, la hora en que lo hizo, si lograste que vomitara y cuántos minutos después de la ingesta, y el peso de tu hij@. Con esta información, el pediatra podrá decirte qué más se necesita hacer. Podría necesitar vigilancia en el hospital, algún estudio, o podrías vigilarlo en casa. Seguramente te dirá los posibles efectos secundarios que podría presentar.
Por último, se debe hablar y/o regañar al niño para que no se vuelva a repetir, y ustedes, papás, necesitan revisar su casa para detectar posibles riesgos.
Espero que esta información sea de utilidad y puedas prevenir accidentes. Recuerda disfrutar a tus hijos.