Cuando a los niños les duele el abdomen, nos angustiamos y queremos quitarles el dolor de inmediato, pero eso no siempre es lo más adecuado.
Es importante saber por qué les duele antes de administrar medicamentos para el dolor, ya que de esta manera evitamos posibles complicaciones.
La mayor parte de las veces, los dolores abdominales en los niños son causados por estreñimiento (aunque vayan al baño todos los días, no siempre evacuan por completo y las heces se acumulan). También puede deberse a un gas atrapado, diarrea o simplemente la necesidad de evacuar, lo que ellos perciben como dolor. Estas causas no suelen ser graves ni complicarse.
Sin embargo, también podría dolerles porque una parte del intestino está sufriendo, lo que podría llevar a una perforación, o porque tienen apendicitis o piedras en los riñones. En estos casos, si se les administra medicina para aliviar el dolor de forma momentánea, podrían sentirse mejor, pero eso ocultaría los síntomas necesarios para hacer un diagnóstico rápido y comenzar el tratamiento adecuado, evitando complicaciones.
Si tu hijo tiene dolor abdominal, sigue las siguientes indicaciones en orden:
- Verifica si ya comió y si consumió algo irritante.
- Revisa si ha evacuado. Si las heces son duras, en bolitas o pedazos grandes, podría estar estreñido, por lo que necesitará ayuda para evacuar.
- Siéntalo en el baño y pídele que intente evacuar. Puede que tenga ganas o que sea un gas atrapado que, al salir, aliviará el dolor.
- Si además del dolor presenta fiebre, vómito, diarrea, tos, etc., es conveniente que llames a tu médico para que te oriente y decida si necesita ser revisado.
- Si el dolor se vuelve más intenso cada hora, no puede evacuar y se presentan síntomas como fiebre, podría tratarse de apendicitis, abdomen agudo o alguna otra complicación. En estos casos, no debes darle medicina para el dolor, sino acudir inmediatamente al médico o a urgencias para que lo valoren.
Espero que esta información te sea de utilidad y recuerda: ¡¡disfruta a tus hijos!!