Entre el 25 y 40 % de los niños entre 2 y 7 años presentan frecuentemente dolores de piernas.
Si los dolores suelen aparecer después de un día lleno de actividad física en las últimas horas de la tarde, al inicio de la noche (cuando los acuestan) o a veces los despierta a media noche, pueden ser los dolores conocidos como “de crecimiento”.
No se sabe bien por que aparecen pero se cree que se debe a una acumulación de sangre en la parte distal de los huesos.
Es característico que les duelan la parte anterior de los muslos, pantorrillas y atrás de las rodillas. No les duelen las articulaciones, es más bien dolor muscular.
A diferencia de los dolores provocados por alguna enfermedad, el sitio doloroso no se ve hinchado, enrojecido, no es sensible al tacto y no está tibio, de hecho se ve normal y lo característico es que dando un masaje se mejora mucho, seguramente por que al masajear la sangre se vuelve a distribuir.
El diagnóstico se hace con un buen interrogatorio de los síntomas y una exploración física minuciosa, ya que es un diagnóstico por descarte (si descartamos enfermedad se confirma el diagnóstico de dolor «de crecimiento” no hay estudios que lo puedan confirmar).
En conclusión, si son normales estos tipos de dolor siempre y cuando se presentan en niños dentro de este grupo de edad y con las características ya comentadas, si no es así busquen al pediatra para que lo revise.
