Los niños por naturaleza son curiosos y no saben distinguir entre el juego y peligro.
Es muy común que en un minuto de distracción el pequeño ingiera algún medicamento que quedo a su alcance. Nunca hay que subestimar las habilidades de los niños para abrir botellas o cajas, además las pastillas se ven como dulces o los jarabes tienen sabores dulces que les llama la atención.
Siempre es mejor prevenir la ingesta accidental de medicamentos, pero cuando sucede es muy importante actuar eficientemente, para evitar los efectos secundarios de los medicamentos:
- En cuanto se den cuenta hay que tratar de que el niño vomite.
- Llevarlo al servicio de urgencias para que le realicen un lavado gástrico con el fin de sacar el medicamento del estomago antes de que se absorba.
- Idealmente se debe de provocar el vomito o realizar el lavado gástrico en la primera media hora después de la ingesta accidental, para evitar la absorción del medicamento.
- Cuando llamen al doctor o acudan al hospital lleven la medicina con ustedes y traten de recordar cuantas dosis había, para poder calcular cuanta medicina tomo por kg de peso.
- El pediatra debe de evaluar, según la dosis ingerida por kg de peso de medicamento, el tipo de medicamento y efectos secundarios, y si se logro realizar el lavado gástrico a tiempo, si el paciente se puede vigilar en casa o debe de permanecer hospitalizado.
Cuando el niñ@ ingiere sosa caustica, algún liquido destinado para limpieza o algún derivado de la gasolina (sucede mucho por que los almacenan en botellas de agua o refresco) el tratamiento es muy diferente. Estas sustancias pueden quemar la mucosa del esófago y estomago al ser ingeridas y si provocamos el vomito, vuelven a quemar al ser expulsadas. También pueden aspirarlos y dañar la vía aérea. Las secuelas de estas quemaduras son graves ,fatales y permanentes.
En conclusión lo ideal es prevenir, yo los invito a que se sienten en el piso y desde esa perspectiva revisen si los medicamentos y sustancias toxicas están guardados en lugares seguros. Pero como ya comente antes, no subestimen la capacidad para trepar a muebles, abrir cajones o puertas, abrir botellas o cajas que tiene los niñ@s.